Yo ya sabía que mi amigo Fernando Codina cocinaba bien, lo sospechaba, lo intuía... No había más que leer entre líneas. Desde que comencé este blog, no hizo más que alabar mis platos, dándome ánimos, suspirando por mis postres. Tiene el don de la palabra como buen escritor que es y siempre que me pongo a cocinar, a menudo me acuerdo de él..."esto le gustaría a Fernando", me digo, como cuando hago otro tipo de platos y me vienen a la memoria muchas otras personas..."tengo que hacer esto para... el postre tal para... que le rechifla... y así siempre. Hablando de comida entre nosotros, de escritura y de las cosas de la vida, las cotidianas, que son las más importantes, un día me sorprendió diciéndome que iba a cocinar algo cuando tuviese tiempo. Está acostumbrado a buenos platos, pues su madre es una excelente cocinera como pude comprobar y hace unos días, me envió esta estupenda receta, y no me pude resistir. ¡La tenía que hacer!. Estaba tan bien explicada que aquí la he puesto tal como me la contó, con sus sabias palabras y sin perder ni un detalle. He de decir que cuando estaba cocinándo y percibiendo los aromas, ya me imaginaba lo buena que iba a estar, pero es que estaba aún mejor, recién hecho, calentito y con ingredientes frescos. Un honor para mí, querido Fernando, haber tenido la suerte de conocerte, y no ya por tus fabulosos escritos en tu blog, Hombres de Tinta, ni por la gran persona que eres, siempre cariñoso, sino también porque has dado en mi punto débil, la cocina. Por eso aún te aprecio más. Valgan estas breves palabras para mostrarte mi agradecimiento y que siempre estés por ahí, para hacernos felices. Un abrazo muy grande Fernando.
INGREDIENTES:
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16 langostinos medianos (o 30 gambas)
2 o 3 ajos grandes (mejor si son morados)
3 guindillas...
200 ml de tomate natural triturado.
100 ml de caldo de marisco
1/2 limón
sal gorda
aceite.
3. ¿TRUCO O TRATO?
a) para la salsa:
- son los dientes de ajo los que nos dan los tiempos de fuego vivo y medio: cuando empiece a dorarse.
- añadir siempre la guindilla al final del fuego vivo, de lo contrario, se puede quemar, y desvirtuar el sabor.
- el caldo de langostino lo sacamos directamente de la cazuela, sin recurrir a preparado...
- el tiempo de preparación de la salsa no suele exceder al de cocción de la pasta.
b) para la pasta:
- mejor no sacar las cabezas de marisco hasta el final, le siguen dando sabor a la mezcla.
- no conviene pasarse con la sal.
- si se sirve directamente de la cazuela, se consigue que la pasta tenga su temperatura ideal, no colar ni pasar por el grifo.
c) de presentación:
- se recomienda plato hondo, por comodidad.
- se puede adornar con aceitunas negras sin hueso, fileteadas, y unas hojas de perejil o de hierbabuena frescas.
a) para la salsa:
- son los dientes de ajo los que nos dan los tiempos de fuego vivo y medio: cuando empiece a dorarse.
- añadir siempre la guindilla al final del fuego vivo, de lo contrario, se puede quemar, y desvirtuar el sabor.
- el caldo de langostino lo sacamos directamente de la cazuela, sin recurrir a preparado...
- el tiempo de preparación de la salsa no suele exceder al de cocción de la pasta.
b) para la pasta:
- mejor no sacar las cabezas de marisco hasta el final, le siguen dando sabor a la mezcla.
- no conviene pasarse con la sal.
- si se sirve directamente de la cazuela, se consigue que la pasta tenga su temperatura ideal, no colar ni pasar por el grifo.
c) de presentación:
- se recomienda plato hondo, por comodidad.
- se puede adornar con aceitunas negras sin hueso, fileteadas, y unas hojas de perejil o de hierbabuena frescas.
Y esta es la receta de Fernando Codina, gran escritor y gran cocinero.
Muchas gracias Fernando!!
Muchas gracias Fernando!!
a) para la salsa:
- pelar todos los langostinos, y reservar las cabezas.
- filetear los langostinos
- picar en trozos no muy grandes los 3 dientes de ajo.
- poner en una sartén amplia (22 cm) una fina capa de aceite, y calentarlo a fuego medio.
- añadir los ajos, y cuando estén empezando a dorarse, bajar el fuego, y añadir los langostinos y las guindillas.
- remover la mezcla con espatula de madera, y antes de que se arrebaten los langostinos, añadir el zumo de limón, y el vaso de caldo.
- bajar el fuego, y añadir el tomate natural, dejando cocer suavemente.
b) para la pasta:
- poner agua a calentar en una cazuela, añadir sal y aceite al gusto, y las cabezas de langostinos cuando empiece a hervir con fuerza.
- añadir la pasta, y moderar el fuego.
- vigilar el espesor de la mezcla, pues al estar cocinando con un "fumé" de langostinos, puede pegarse.
- servir directamente de la cazuela al plato (sopero) con un tenedor de pasta
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