Rápidamente me dispongo a contaros cómo se hacen estas riquísimas berenjenas ya que mi amiga Elena Mendez Pérez quiere prepararlas mañana sábado.
INGREDIENTES:
2 berenjenas
500 gr. calabaza
2 cebollas
2 dientes de ajo
250 gr. queso
12-16 anchoas en aceite
aceite virgen extra
sal
perejil fresco
unas hojas de romero
PREPARACIÓN:
Cortar las berenjenas por la mitar a lo largo y hacer unos cortes en la parte blanca. Ponerlas en una placa de horno con sal y aceite y cocinarlas a 180º unos 30-35 minutos.
Cuando estén frías, extraer la carne con cuidado de no estropear la piel que servirá de soporte posterior.
Pochar la cebolla picadita en un fondo de aceite. Cuando esté añadir la calabaza sin piel y muy picadita. Cocer 5-6 minutos y añadir la carne de las berenjenas. Añadir sal.
Retirar del fuego y añadir las anchoas escurridas del aceite cortadas pequeñitas.
Rellenar las berenjenas y cubrirlas con abundante queso.Introducirlas en el horno unos 3 minutos.
Adornarlas con perejil y romero o al gusto.
Servir inmediatamente.
Esta receta es de Carlos Arguiñano que nos indica lo siguiente también:
Para quitar el amargor a la berenjena, primero sazonarla, dejar reposar durante 5 minutos y posteriormente lavarla con abundante agua para evitar que quede salada.
¡Gracias Carlos!
¡Listo!
Después de tanta y tanta comilona de estas navidades hay que cuidarse y nada mejor que un buen plato como este, sano y sabroso, con productos de primera y hecho en casa. Hoy siempre tenemos prisa y por suerte encontramos productos ya limpios y envasados como en este caso las vieiras que las encontré congeladas, limpias y de muy buen tamaño. Esto facilita enormemente la labor en la cocina. El rape, pues que os voy a contar, el pescadero ya me lo da bien cortadito y limpito, listo para cocinar. Lo único que da más trabajo son los langostinos, que hay que pelarlos. Comprarlos siempre en crudo, quedan mucho más sabrosos. Y ya con todo...¡hala! poneros a cocinar, que es bien fácil y a todos en casa les va a encantar.
Todas las mañanas me levanto a las 7.30, suena el despertador y salgo disparada. Sorprendentemente no me da ninguna pereza, me levanto contenta y empiezo a hacer mis tareas... desayuno, luego la ducha, ordeno la cocina, el salón, las habitaciones, pongo la lavadora y le doy de comer a Xira, mi gatita. Mientras hago todo eso, mi marido saca a la calle a Trufa, nuestra perrita a hacer su pis mañanero. Cuando vuelve, toda contenta, se tumba en la cama y me contempla mientras me visto. Suelo ser presumida y elijo con cuidado mi vestimenta, que todo vaya coordinado y me sienta cómoda y favorecida. Las cosas salen mejor si uno se encuentra a gusto. A las 8.30 en punto apago luces y salgo de casa. Ultimamente llueve siempre y no puedo dejar olvidado el paraguas. Casi de noche voy caminando y me detengo en una cafetería a tomar el segundo café , casi siempre están las mismas personas, el padre con el hijo, dos amigas, una que siempre va sola y fuma mucho, una señora mayor que desayuna muchísimas tostadas, un hombre rarísimo con gorra, camisa de cuadros y que tiene un tic nervioso y chasquea la lengua, otro que conozco de vista y me saluda, en fin, leo el periódico que está libre y cuando termino mi café, me dirijo a la oficina. En la foto se puede ver el camino que recorro todos los días, muy bonito, aunque más en primavera. Hay vigilantes en la entrada y saludo, entro como perico por mi casa y subo en uno de los ascensores hasta mi planta. Nada más entrar ya noto un ambiente agradable, buena temperatura y mi mesa con el ordenador esperándo. Como es una planta muy alta y un ventanal enorme, la sensación de amplitud es magnífica, mucha claridad y las vistas maravillosas...
¡Hasta se puede ver la plaza de toros! A la izquierda, esa forma redonda y blanca, la cubrieron hace unos años. Los compañeros estamos repartidos, unos en una zona llena de ordenadores y otros cerca del jefe. Mucho trabajo que hacer, y entre todos formamos un equipo estupendo. Juntos nos tomamos alguna que otra tarta que hice para celebrar el cumple de Tareixa, magdalenas, polvorones, bombones que alguno que pasa nos regala, dulces, en fin, que lo pasamos muy bien además de trabajar... Lo mejor de todo son los cafés de la mañana, vamos muchos juntos y hablamos sin parar, no nos llega el tiempo para contar cosas!!. Como estamos en Navidad también celebramos una cena divertidísima, con regalitos y todo. ¡qué bien lo pasamos!
Aquí falta gente que más adelante se verá. Comimos estupendamente, cada uno lo que quiso y al llegar a los postres nos intercambiamos los regalitos (tope: dos euros cada uno. ¡había que ser original con tan poco dinero).
Aquí faltan dos personas, Virginia y Beatriz, de las cuales no tengo foto, lo siento...
Cristina y y yo con Tareixa, nuestra compañera veterana a la que volvemos loca con nuestras charlas y risas y que tiene la paciencia del Santo Job, la que nos enseña y nos instruye y que estoy segura que está deseando que nos vayamos a tomar el café para que la dejemos un rato tranquila. Un beso muy grande desde aquí Tareixa. Te queremos. Y no tengo foto de Carmela, otra mujer digna de mención, cariñosísima, y con mucha templanza de la que también aprendimos mucho...¡Se fué a Egipto unos días por no aguantarnos y como aún le quedaban unos días de vacaciones, ¡otra ves se volvió a marchar!...¡Así no hay forma de hacerte fotos Carmeliña. Un besito desde aquí para tí también.
Esta es la tarta que hice para celebrar el cumpleaños de Tareixa ¡de chocolate!. Nos la comimos entre todos y brindamos con sidra (sin alcohol, no vaya a ser que luego los papeles bailaran por soleares...). Festejamos y resultó una mañana estupenda. 
Y aquí yo, toda ufana con mi jefe Eugenio y al que le prometí una leche frita (que no unas leches, ja,ja... ¡me va a matar), que todavía no tuve tiempo de hacer... Cualquier día lo sorprendo con ese postre...
Todos muy contentos, Eugenio, el jefe con nosotros y sólo uno, el Rey entre todas las mujeres, Jose, que ¡madre mía lo que tiene que aguantar con todas! Con esta foto tan simpática despedimos el año y yo os lo dedico a todos, a mis compañeros y a mi Jefe, a Tareixa y a Carmela y que tengáis un magnífico año 2011 con mucha salud, dinero, amor, prosperidad y trabajo, sobretodo. Un abrazo muy grande a todos.
