MERENGUE AMERICANO

Hoy quiero hablaros sobre el arte y en eso quisiera pronunciarme, muy modestamente. No me considero una gran escritora, ni siquiera buena, sino una mera aficionada y mi pregunta es: ¿qué es el arte?.
Yo creo que el arte lo es todo o casi todo en la vida. El arte es vida; una mujer es arte; colocar un bonito jarrón con flores, tiene arte; poner una mesa bien elegante para taitantos comensales, es un gran arte, si se hace con amor; es un arte poder dialogar con tus amigos y hacer de mediador a veces para evitar tensiones y "malos rollos"; un verdadero arte es conducir un coche hoy en día y no sufrir un accidente; un arte es llevarte bien con toda tu familia, lo mismo que con tu propio marido (no todos los días son como en la luna de miel); un arte nada valorado, por cierto, es conseguir organizar la vida de tus hijos, los colegios, los deberes, la comida sana, las peleas entre ellos, hacernos querer y que se quieran... eso sí que es un arte; organizar tu propia vida de manera ordenada y fructífera, siendo feliz y haciendo lo que te gusta; combinar el trabajo dentro de casa y fuera, en la oficina; y un arte es, por supuesto, pintar un cuadro.

Por si no os habéis dado cuenta estoy haciendo un homenaje a las mujeres, que tantos años nos ha costado llegar al lugar en el que estamos ¡y lo que nos falta!. Recuerdo aún no hace muchos años a mi madre cuando no podía ella ir al Banco sin el permiso de mi padre, ni firmar ni un sólo documento sin su consentimiento, ni... bueno, lo que todos sabemos. Porque, digo yo, los hombres ¿qué harían sin nosotras?. Muy poca cosa. Ya es hora de que nos hagan saber lo que nos necesitan. Un hombre es a veces como un niño, necesita una palabra amable, golpecitos de aprobación en el hombro, una caricia, que lo arropen por las noches, la pastillita para la gripe, la sopita caliente en una noche fría de invierno, escuchar el sonido de nuestras voces y risas, que le pongamos derecha la corbata, quitarle esa mancha de la camisa, asesorarle sobre la decoración de nuestras casas, aunque hay excepciones, escucharles y quererles. Claro está que nosotras también necesitamos todo eso, pero somos más autosuficientes.

Y ya, a lo que iba, hablabamos de arte.
El arte es la mujer en sí misma.... pero arte, también le llamamos a otras cosas...

¡Benditas mujeres!

Y como este postre tiene mucho éxito, se lo dedico a todas las mujeres, que con su buen hacer en la cocina, consiguen que los hombres vivan mucho más felices.

INGREDIENTES:

6 HUEVOS
10 CUCHARADAS DE AZÚCAR
LECHE
1 CUCHARADA DE MAICENA

PREPARACIÓN:


Lo primero que hay que hacer es encender el horno para que se vaya calentando.
Batir las 6 claras a punto de nieve y añadir 6 cucharadas de azúcar.
Hacer caramelo con las 4 cucharadas de azúcar restantes y echarlo sobre las claras removiendo enérgicamente para que se mezcle bien.
Untar un molde de horno con mantequilla y verter esta mezcla. Horno 180º, 10 minutos.

Para hacer las natillas, mezclar 6 yemas de huevo con 6 cucharadas de azúcar y remover a fuego medio. Añadir 1 cucharada de Maicena mezclada con un poco de leche.
Aparte mezclar taza y media de leche al fuego con una cáscara de limón, añadir la mezcla de las yemas con el azúcar y luego la mezcla de la Maicena con la leche.
Dejar cocer lentamente sin dejar de remover.
Servir en una bonita fuente el merengue ya horneado y alrededor las natillas.

¡Ya me contaréis...!