Aquel día estuvimos en Valença de excursión. Ya no recuerdo cuántos coches íbamos. Tenemos la costumbre de llevar walkies para todos los coches cuando hacemos excursiones como ésta, pero ese día, ni nos acordamos. Nada, que estuvivos por Valença, vimos, compramos, comimos y alquien tuvo la feliz idea de llegar hasta Braga. Toda la panda se dispuso a meterse en sus coches, arrancamos los motores y uno detrás de otro, como siempre hacemos, fuimos enfilando dirección Braga. Ese día hacía un calor insoportable, todos en mangas de camisa, las mujeres con vestiditos de verano o camisetas de tirantes.
Me coloqué en mi asiento correspondiente y comenzamos a subir por una montaña. El calor seguía siendo insoportable. Seguimos subiendo, nuestro coche era el último de la fila. Los demás iban delante alegremente y entonces sucedió. A lo lejos, yo veía los campos muy abajo, los árboles y el paisaje que ibamos dejando atrás.
CRASHSHHHHSSSSS! Un sonido espantoso a mi derecha, ¡había explotado el cristal de mi ventanilla! Mi marido frenó en seco. Yo: ¡Un tiro! ¡Me han disparado un tiro! ¡Ahí hay cazadores!
¿Pero qué dices? ¿Donde te han disparado? Me Cag... en la...
Yo: ¡No sé! ¡Pero me han disparado! Palpaba y palpaba por todas partes mi cuerpo y no encontraba la herida. ¿Donde, donde? Repetía mi marido preocupadísimo. ¡No encuentro! y seguía yo: ¡Claro, es que en caliente no duele!.
En ese momento vemos aparecer al resto de nuestros amigos: ¿Pero qué os pasa?
¡Que me han pegado un tiro, pero no encuentro la herida! ¡En caliente dicen que no duele y no me duele...!
Levanto la cabeza y veo la cara de Javier, muerto de risa, se retorcía y se sujetaba la barriga. Y entonces me enfadé y volví a repetir ¡que me han disparado, ahí hay cazadores, pero no me duele porque en caliente, no duele!
Ja, ja, ja.... se reía Javier. ¡Xela, no te dispararon nada de nada! ¿No ves que no tienes herida?
Lo que pasó es que donde estábamos antes, abajo, hacía calor. Ahora, al subir, el aire es más frío y el cambio de temperatura hizo que estallara el cristal. Lo miré, mastiqué lo que me decía y....
creí que me daba un ataque de risa. Ja, ja, ja... ja, ja, ja.... y yo toda preocupada. Lo que hace el subconsciente. El sonido del estallido fué tal como un disparo, yo vi cazadores, y la película ya estaba en funcionamiento.
De esto ya pasaron años, pero me siguen tomando el pelo, y nos reímos cada vez que lo recordamos. Seguimos el trayecto hasta Braga y mi marido estaba volado por el "numerito". Me echaba cada mirada, que cada vez que lo hacía yo me reía más. ¡Qué verguenza! ¡Menuda la que has montao! Ja, ja,... y yo me reía más...
Y ahora vamos a disfrutar de una buena Quiche, que creo que nos la merecemos.
¡Qué bien me vendría a mí, después de aquel "disparo"!
INGREDIENTES PARA LA MASA:
250 gr.HARINA
125gr. MANTEQUILLA
1 YEMA DE HUEVO
AGUA
MASA:
Mezclar todos lo ingredientes y colocar en molde de horno bien estiradito. Dejarlo reposar 1/2 hora en la nevera. Luego meterlo al horno unos 10 minutos.
INGREDIENTES RELLENO:
1/4 NATA
1/4 LECHE
2 HUEVOS
SAL, PIMIENTA, NUEZ MOSCADA, BACON, CHAMPIÑONES
200gr QUESO EMENTAL RALLADO
PREPARACIÓN:
Dorar en la sartén el queso, champiñones y el beicon.
Añadir la nata, leche, los huevos batidos, sal, pimienta y nuez moscada.
Mezclar bien y verter sobre el molde que teníamos con la masa.
Meter al horno hasta que cuaje. Para saberlo, basta clavar una aguja o un cuchillo y tiene que salir limpio.
NOTA: En otra ocasión, la hice con restos de pollo picadito, champiñones y queso. ¡Buenísimo!
Se puede hacer con tomates, con marisco o con los ingredientes que se quieran.