SALMÓN EN PAPILLOTE

Desde que se ha decidido hacer reformas en mi casa, ya han pasado unos seis, siete u ocho meses. ¡Que ya empiezan! ¡Vete sacando todas las macetas de la terraza! Esto fué hace, como digo muchos meses. Si llego a contratar un servicio de recogida y guarda de mis macetas, creo que ya estaría arruinada. Menos mal que el sexto sentido me dijo que esperara y ya me veis, a estas alturas con los obreros por toda la casa. Mi terraza está al fondo de la misma y tienen que recorrer todo el largo pasillo para llegar hasta ella, con el consabido "protege-alfombras" que tengo que colocar cada vez que llaman al timbre. Da gusto verlos trabajar, día tras día y lo bien que lo hacen. Lástima que vienen cuando ellos quieren y a las horas que más les conviene. Y aquí me véis, pobre de mí, esperando por los obreros, con la terraza hecha una calamidad, que tiene un agujero que se llena de agua continuamente y casi podríamos llamarla "piscina", aunque, viéndolo por el lado bueno, soy la única en el edificio que tiene piscina... (me río por no llorar).

Juro y perjuro, que el día que terminen mi terraza, abro una botellita de champán. Esto se está convirtiendo en la obra del Escorial.

Por eso hoy voy a compartir con vosotros este plato, que se hace en un pis pas, no como mi terraza que como sigamos así, va a volver el invierno y a mí, que me gusta hacer cenitas al fresco me daría muchísima pena quedarme con las ganas...

INGREDIENTES:

4 RODAJAS DE SALMÓN FRESCO
SAL
ROMERO
ALBAHACA
PAPEL DE ALUMINIO

PREPARACIÓN:

Encender el horno.
Colocar cada rodaja de salmón sobre un trozo de papel de aluminio.
Poner un poquito de sal, un poco de romero y albahaca.
Cerrar el aluminio como un paquetito.
Meter al horno como un cuarto de hora.

No hace falta aceite ni otro tipo de grasa, pues este pescado ya es graso (grasa de la buena) y así se cocina en su jugo.

Fácil, facilísimo, rápido, rapidísimo...

Se puede acompañar con unas patatitas bien lavadas y también al horno, luego abiertas por la mitad y con un poquito de mantequilla y sal son perfectas.

¡Listo!