viernes, 8 de octubre de 2010

TARTA DE YEMA CON MERENGUE AMERICANO


 Tenían una cocina enorme, muchos cocineros y personal, pero mi preferido era el pastelero. Cuando eramos pequeños ibamos todos los domingos con mis padres  a visitar a mi abuelo al hotel y él nos llevaba a la cocina, después de pasarrnos por las diversas estancias típicas que hay normalmente, nos hacía saludar al botones, a los de recepción, luego ibamos a la sala donde se hacían las llamadas telefónicas, esas con muchos cables y varias mujeres insertandolos  en agujeritos para que se pudiese conectar, (¡como los de las películas antiguas).

 Nos pasaba al comedor y nos explicaba como debían ponerse las mesas, todo tenía que estar perfecto. Aquellas cuberterías de plata, jarras y fuentes preciosas, los manteles blancos... Al pasar por allí,  en las paredes,  había unos frescos pintados de Lugrís espectaculares de metros y metros de largo y a mí me gustaba pasar la mano sobre ellos porque eran muy lisos y fríos  al tacto. . Pasado el comedor,  llegábamos a la inmensa cocina, saludábamos a todos los cocineros y nos dirigíamos a la zona de pastelería. ¡Como me gustaba esa parte! Aparecía el pastelero, alto, fornido, y nos abría una  nevera metálica enorme que estaba llena de pasteles. Mi abuelo siempre nos dejaba escoger el que queríamos, .Después de todo esto,nos llevaba a la zona de estar donde había una barra de madera y miles de botellas . Había unas de colores, verdes,  rojas, azules ...Las de color rojo eran mis preferidas, la granadina
 Entonces llegaba la hora de tomar un refresco con patatillas y aceitunas. ¡Nuestro gran aperitivo con el abuelo!. A veces aparecía algún cliente del hotel famoso , como Vicente Parra o Mª Dolores Pradera, algún empresario y nos presentaba. Teníamos que saludar de forma correctísima,¡y  pobre del que hiciera el payaso!... Finalmente,  nos llevaba a su despacho, allí nos enseñaba parte de las cosas que se hacían en un hotel, mucho papeleo, todo muy organizado ¡Y nos daba la paga del domingo!. Abría una caja fuerte y según la edad que tuviéramos nos daba lo que correspondía según su criterio. (siempre le daba más a los varones, lo que no nos gustaba nada a las chicas). Otros domingos nos dejaba ver la sala de planchado, en el último piso del hotel. Allí había unas máquinas de madera y metal en forma de rodillo, gigantescas donde hacían pasar por un lado las sábanas que salían por el otro echando humo, muy bien planchadas. Mucho personal, todos de blanco las iban doblando y las colocaban muy ordenadas en estanterías enormes. Me encantaba el olor que había allí. Pero cuando más nos gustaba ir al hotel era el día de la Cabalgata de Reyes. Pasaba justo por delante, y mi abuelo nos llevaba a una de las habitaciones. Eran preciosas, muy grandes,  suites, con techos altos, las paredes pintadas de  blanco, las ventanas eran de suelo a techo y con forma curva en la parte superior y al abrirlas salíamos a un balcón de piedra. Desde allí gritábamos a los Reyes Magos. Mi madre siempre nos decía, ¡pedirle lo que queráis! ¡Llamar a Baltasar, a Melchor, a Gaspar! . Una época mágica. Cuando ya era la hora de irse, nos dirigíamos a la entrada del hotel. Allí había una puerta giratoria de cristal con la que nos divertíamos muchísimo, salíamos, volvíamos a entrar...hasta que nos llamaban la atención. Y remataba la salida un toldo largo y curvo, de color amarillo y con el nombre del hotel: "Hotel Moderno", que luego fué "Gran Hotel",


Este es el hotel en la ciudad de Vigo, en la calle Policarpo Sanz, paralela a la calle del Príncipe.
El Gran Hotel, antiguamente Hotel Moderno.




Y aquí uno de los salones preparado para un banquete de boda, con la famosa tarta de yema y merengue italiano al fondo. 


Y aquí tenemos a Vicente Parra, nuestro gran actor de cine de esos tiempos.




Y retomando lo del principio, hoy toca el merengue italiano y aprovechando decoré esta tarta rellena también de yema, con  las dos partes del huevo, como hacían antiguamente. En otra ocasión os contaré cómo se hace el merengue básico o francés, que ya imagino que todo el mundo sabe y también el merengue suizo.

INGREDIENTES PARA EL MERENGUE ITALIANO:

4 CLARAS
50 gr. AZÚCAR (1/4 taza)
200 gr. AZÚCAR (1 taza)
125 cc. AGUA (1 taza)
1 PIZCA DE SAL
ZUMO DE LIMÓN 
2 CUCHARADAS DE AZÚCAR GLASS

Hacemos un almíbar poniendo en un cazo 125 cc. de agua y los 50 gr. de azúcar. Debe quedar a punto de hebra.
Al mismo tiempo que se hace el almíbar, batir las 4 claras a punto de nieve con una pizca de sal. Cuando empiecen a subir añadir los 200 gr. de azúcar y batir mucho, mucho.
Añadir mientras se sigue batiendo el almíbar dejandolo caer en forma de hilo, poco a poco y batir, batir, batir mucho. Añadir unas gotas de zumo de limón, esto hará que blanquee el merengue.
Irá quedando brillante y claro a causa del calor que tiene el almibar.
Seguir batiendo y añadir dos cucharadas de azúcar glass, esto hará que queden más firmes las claras.
¡Listo!

INGREDIENTES PARA LA CREMA DE YEMA

4 YEMAS
1 VASO DE AGUA
90 GR. AZÚCAR

En una olla cocer el agua y el azúcar.
En otra, cocer al Baño María las yemas y cuando esté listo el almíbar, añadirlo a las yemas y seguir cociendo removiendo bien, con calma hasta que espesen, siempre a fuego medio-alto. Retirar y dejar que se enfríe.

INGREDIENTES PARA EL BIZCOCHO:

6 HUEVOS
250 gr. AZÚCAR
150 gr HARINA
ZUMO DE 1 LIMÓN

Se baten las yemas con el azúcar y el zumo de limón.
Incorporar las claras a punto de nieve  y por último la harina tamizada, envolviendo con cuidado.
Verter en un molde untado de mantequilla y harina y meter al horno a 180º hasta que esté dorado.

PREPARACIÓN DE LA TARTA:

Una vez que tenemos todo hecho y frío, cortar el bizcocho por la mitad y emborracharlo con un almibar añadiéndole un poco de jerez o coñac. Cubrir la base inferior con la crema de yema. Poner encima la otra tapa del bizcocho y sobre él esparcir un poco del merengue. Luego, con manga pastelera ir haciendo montoncitos de forma graciosa y decorarlo al gusto. (yo la espolvoreé con chocolate rallado)

¡Listo!





7 comentarios:

  1. bonito recuerdo. y la tarta tiene una pinta exquisita.

    buen finde,

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  2. Que belleza! Que lindo te recreas en tu vida a través de la cocina. Felicidades!

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  3. ¡Xela!,que lindo recuerdo...las fotos de boda me recuerdan a las de mi madre...¡Que guapa tu madre!.Una señora muy bella.Y que lindas las fotos...y los recuerdos UNA MARAVILLA.

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  4. Hola bella tu Mama el recorrido del Hotel espectacular y tus recetas de la mejor sobre todo estas antiguas.Gracias nos haces recordar mucho nuestra niñez.Cariños.

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  5. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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  6. conchi Chapela (Gondomar)21 de febrero de 2011, 21:05

    !Anda..! desconocía tu historia familiar con el famoso hotel de Vigo, y que tu abuelo era Cesáreo González... Al hotel recuerdo ir a una boda cuando yo era aun una niña y me había quedado asombrada por el lujo que tenía, era una pasada.
    Tu madre era muy elegante y muy guapa. Creo que tu hermana Alicia tiene cierto parecido a ella.
    Un beso Xela.

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