viernes, 10 de septiembre de 2010

TARTA DE QUESO CON MERMELADA DE MORAS


y eso suele ser bastante a menudo, vemos nuestra casa en desorden, sucia, mal arreglada, sobretodo cuando comienza un cambio de estación. Todo nos parece que está como no debe ser y nos disponemos a hacer limpieza general, pero claro, como una cosa lleva a la otra, si empezamos por ordenar los armarios, luego ordenamos el interior de los otros muebles, que si la cómoda, que si la mesilla, que si el armario de la ropa blanca, que si el lugar donde guardamos la vajilla y cristalería, ... Luego vemos que las cortinas ya necesitan otro repaso y ¡zas! las descolgamos y a la lavadora, claro, pero cuando está todo casi en orden y limpiio, vemos que la cama tendría que tener también las sábanas recién lavadas y planchadas y ¡otra vez la lavadora a funcionar!, luego pasamos por el salón y...¡vaya!, las fundas del sofá blancas que pongo en verano...¿que hago? ¡también a la lavadora, como no!, pero es que luego vemos los cojines del sofá y...os imagináis a donde van a parar también, luego revisamos las alfombras... ¡repasito que te crió!
Pero cuando ya tenemos todo lo oculto y parte de lo que está a la vista limpísimo y planchadito...¿qué vemos? ¡Las paredes! ¡Hay que limpiarlas también! Y ya nos veis, subidas a una escalera, con un trapo y agua y jabón... y ya de paso, quitamos todos los cuadros, adornos y demás y los limpiamos...¡TODO LIMPITO, LO QUIERO!, nos decimos...
Entonces, cuando ya han pasado unos cinco o seis días de limpieza general, nos acordamos de la cocina ¡HORROR! La cocina, ese lugar donde a las que nos gusta cocinar tiene que estar más limpio que ninguno, y nos ponemos a ello, quita cacharros, limpia encimeras, lava todo, recicla, tira a la basura cosas que no utilizas desde hace años... (yo hasta me reencontré con la famosa yogurtera y la volví a utilizar)... en fín, que toda tu casa queda hecha un primor...
Cuando te das cuenta, ves tus manos, tu manicura, tu pelo hecho un desastre, y entonces...¿que toca? ¡Sesión de belleza! Nos lavamos el pelo, lo arreglamos, nos ponemos decentes y ¡hacemos magia! Cuando llegan nuestros maridos ni se dan cuenta de todo el trabajo que hemos hecho y nosotras estamos como un pincel. Y si le decimos; ¿no notas nada?
-Pues no...
-¡Pero fíjate bien!
-Lo veo todo como siempre...
(Yo lo mataba)
-¿Pero de verdad no te das cuenta que las cortinas están más limpias, las paredes, la cocina, las alfombras, todo en orden, todo planchado, todo como hace tiempo que debería estar?
-Pues no, qué quieres que te diga, es que yo no me fijo...
(lo volvería a matar)
-¿Y a mí, no me notas nada?
(acabo de ir a la pelu y estoy maquillada y muy mona vestida, a punto para dar una vuelta con él)
-¡Estás como siempre, Xela!
¡Uff!, qué paciencia...
-¡Llevo 6 días haciendo limpieza general ¡y tú no notas nada!
-Bueno, venga, vamos a salir que ya nos están esperando y llegamos tarte...
Los hombres... tienen a su alrededor un hada que hace magia y ni cuenta se dan. Menos mal que las mujeres podemos con todo...¡Las superwoman, las administradoras, las organizadoras, las buenas cocineras, las compañeras, las que consuelan, las que comparten, las que cuidan de todo, las que supervisan, las que proveen, las que mantienen,  las que trabajan fuera y dentro de casa, las TODO, y encima, estamos de muy buen ver...
Este postre se lo dedico a mi marido, que le encanta, pero no se entera de que antes de haberlo hecho, escribí una lista de la compra el día anterior para poder tener los ingredientes disponibles, conté las horas de elaboración y reposo para que él pudiera tomarlo a la hora prevista, todo estaba ya en orden en la casa y yo preparada y lista toda guapetona para cuando él llegase...
¡Tienes un hada en casa Lalo y aún no te has enterado!


INGREDIENTES:

Un paquete de galletas María ( da igual si es otra marca)
Margarina (yo uso la marca Tulipán)
1/2 litro Nata Líquida para montar
6 cucharadas de azúcar
1 tarrina de queso Philadelfia
1 sobre de gelatina Royal de Limón
1 vaso de agua
Mermelada de moras

PREPARACIÓN:

Triturar las galletas y mezclarlas con la margarina hasta conseguir una pasta.
Con ella cubrir un molde para tartas estirándola bien con ayuda de los dedos.
Montar la nata y añadirle las 6 cucharadas de azúcar.
En un vaso de agua templata, deshacer la gelatina y añadírselo con cuidado a la nata.
Añadir el queso philadelfia y mezclar todo bien. Puede ser con la batidora.
Verter sobre la base de galletas y meter en la nevera unas dos horas.
Pasar la mermelada por un colador para evitar que queden las pepitas de las moras y cubrir con ella la tarta con cuidado, sin mezclar con la mezcla anterior.
Volver a meter en la nevera hasta que esté consistente.
Este postre es mejor hacerlo de un día para otro.

¡Listo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Animo! ¡Comenta lo que quieras, pregunta, sugiere!
Me encanta saber lo que opinais sobre mis recetas.

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails